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Temor a una escasez

Reykiavik- Tras cuatro años de alegre consumo, los islandeses están inundando los supermercados una última vez, para hacer acopio de comida porque el colapso del sistema bancario amenaza con paralizar las importaciones de la isla.
“Desde hace una semana los días han sido una locura”, dijo Johannes Smari Oluffsson, gerente de la cadena de tiendas de alimentación Bonus, en el principal centro comercial de Reykiavik. “Las ventas se han duplicado”.
Bonus, una cadena nacional, tiene mercancía en sus almacenes para unas dos semanas. Después de esto los estantes empezarán a vaciarse a menos que pueda acceder a divisas extranjeras, dijo el gerente, de 22 años de edad, entre frigoríficos llenos de productos de carne, uno de los pocos artículos a la venta producidos en el país.
El mercado de divisas de Islandia se ha paralizado después de que los tres mayores bancos colapsaran y el Gobierno abandonara los intentos de anclar el tipo de cambio. Muchos bancos no cotizan la corona y los proveedores del extranjero están exigiendo los pagos por adelantado. El Gobierno ha pedido a los bancos que den prioridad a las transacciones en moneda extranjera para esenciales como comida, fármacos y crudo.
La crisis ya está golpeando a las tiendas de ropa. Ragnhildur Anna Jonsdottir, de 38 años, propietaria de la cadena de ropa Next Plc, dijo que no puede conseguir divisas para pagar los embarques y, aunque pudiera, el tipo de cambio sería prohibitivamente alto.

Info: La Republica

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