En medio siglo, la enigmática Islandia pasó de ser el país más hambriento de Europa a uno de los más ricos, con desempleo cero y precios prohibitivos. Pocos españoles podían viajar a este "regalo para los hombres", en palabras de Borges, aquel que Verne situó a las puertas del centro de la tierra, y sus primeros colonos, "más allá de donde nace el viento norte". Pero con un país al borde de la bancarrota y un euro poderoso que vale el doble que en 2007, visitarlo está al alcance de más bolsillos. Y más aún para los cicloturistas. En verano hay vuelo directo y económico, y resulta asequible pernoctar en granjas y cabañas. Algo más extensa que Andalucía, la isla dispone de 13.000 kilómetros de caminos, casi dos tercios sin pavimentar para martirio de visitantes. Una ruta de 1.500 kilómetros la circunda, la Ring Road, y la hostilidad de la orografía, el viento, la lluvia y el frío la convierten en no apta para todos los públicos. Un itinerario de 16 días alrededor de l...