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El efecto Gudjohnsen

El partido ante el Atlético sirvió para constatar que Leo Messi es el mejor jugador del mundo. También sirvió para confirmar que Xavi e Iniesta son, junto a Messi, los cracks del equipo. Xavi aún no ha entrado en las supuestas rotaciones de Guardiola por la sencilla razón de que es el futbolista imprescindible, el galvanizador del juego. Xavi es el mejor ejemplo de que, se diga lo que se diga, en todos los equipos hay titulares y suplentes. Sigo con la campaña -y no soy el único- "Xavi, Bota de Oro".

El sábado Guardiola puso sobre el terreno al mejor equipo posible, teniendo en cuenta la baja de Dani Alves. Y en este equipo cada vez más perfilado destaca la recuperación de un jugador que parecía condenado al ostracismo, y ya podríamos empezar a hablar del "efecto Gudjohnsen". Además del gol afortunado ante el Betis, el resurgir de Gudjohnsen ha coincidido con los mejores momentos del equipo: el partidazo ante el Atlético y la primera parte ante el Espanyol. No es casualidad, y buena parte del mérito hay que dárselo a Guardiola. El técnico ha colocado a Guddy en la posición en la que destacó en el Chelsea, o sea, de centrocampista con llegada. El sábado la gran actuación de Gudjohnsen quedó eclipsada por el festival de los bajitos. Guddy se entendió a la perfección con Xavi jugando al primer toque, ayudó en defensa tapando la salida de los laterales del Atlético y se incorporó al ataque triangulando con Messi y Eto'o.

Si Guardiola sigue apostando por un Iniesta adelantado, está claro que actualmente el mejor socio de Xavi en el centro del campo es Gudjohnsen. El renacer de Guddy me parece tanto o más decisivo que la aparición de Sergio Busquets.

Info: Mundo Deportivo - Pitu Abril

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