Más problemas para las entidades financieras españolas que comercializaban productos estructurados. Algunos clientes de Banif, Bankinter y otras entidades están estudiando, junto a sus abogados, las posibles reclamaciones a sus gestores de banca privada en relación a sus inversiones en Lehman.
Por si fuera poco, a algunas entidades ahora se les abre otro frente que atajar: los bonos estructurados de la entidad islandesa Landsbanki, bajo la administración del Estado islandés por sus graves problemas financieros.
Según reconocen distintas fuentes, la mayoría de las entidades que han comercializado estructurados de Lehman han colocado también entre sus clientes bonos de este banco islandés.
Landsbanki, al igual que Lehman, emitía sus bonos a través de una filial holandesa, por motivos fiscales. Esta división del banco islandés se encuentra actualmente en un proceso similar al de la suspensión de pagos, dirigida por una administración concursal.
No obstante, por su condición de “medida especial”, no se rige por la ley concursal holandesa, sino por la normativa de servicios financieros. En todo caso, según destacan fuentes conocedoras del proceso, la administración concursal de la filial del banco islandés está valorando la posibilidad de que el destino final de la entidad sea la quiebra.
Este hecho supondría para los inversores españoles en estos bonos el inicio de un proceso similar al de Lehman. Para recuperar su inversión, deberían reclamar en el proceso concursal del banco, lo que hace difícil aventurar qué parte del dinero van a recuperar.
Fuentes consultadas aseguran que la banca privada española emitió productos ligados a Landsbanki en mucha menor medida que de Lehman. Desde una de las principales entidades afectadas aseguran que comercializaron estos productos por un volumen 30 veces inferior al de bonos ligados al banco de inversión norteamericano.
Los expertos advierten que los bonos de Landsbanki cotizaban con múltiplos mucho más peligrosos que los del quebrado Lehman. Por tanto, los asesores podrían verse en problemas si no advirtieron a sus clientes del riesgo que suponía esta inversión, según los expertos.
Mientras, los inversores afectados por Lehman ultiman los preparativos para denunciar a las principales entidades de banca privada española por no advertirles de que los productos estructurados que compraban dependían de Lehman.
Info: Expansión
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