La crisis financiera islandesa ha desembocado en un conflicto diplomático entre Reikiavik y Londres, ante la reticencia del Gobierno nórdico a garantizar los depósitos de los 300.000 residentes del Reino Unido que tienen cuentas por internet en Icesave, una rama del nacionalizado banco Landsbanki. Londres se ha visto obligado a asegurar por su propia cuenta que ninguno de los afectados "va a perder un duro", al tiempo que anunciaba acciones legales contra Islandia y la congelación de todos los bienes de Landsbanki en Gran Bretaña. El primer ministro islandés, Geir Haarde, se ha mostrado después más conciliador, y ha dicho que "confía en encontrar una solución mutuamente satisfactoria para que no se estropeen las amistosas relaciones entre nuestros países". El segundo y el tercer mayores bancos de Islandia han sido nacionalizados. ...
Info: La Vanguardia
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