Viaje a Islandia con el ilustre chef Agnar Sverrisson para probar las recetas que han alimentado al que hasta hace poco era el país más feliz del mundo ·· Ernst Knam revela los secretos de sus irresistibles obras de chocolate ·· "Un plato sin corazón nunca será bueno", cuenta el pastelero de alta costura.
El Fórum nos lleva a Islandia, el país más feliz del mundo hasta que hace poco la crisis le arrebataba el título. El arte sigue adelante impertérrito con el ansia de recobrar tiempos de bonanza y aparcar frustraciones. Consuelan los cantos de la sirena del frío -Björk-, la armonía minimalista de Sigur Ros y las recetas que durante siglos han alimentado la buena vida con mayúsculas. A fin de cuentas uno es lo que come. Y ellos saben comer como nadie. De desayuno toman algo exquisito, bajo en grasa y muy sano: el Skyr. "Mi madre decía que antiguamente solía acompañarse con yema de huevo o azúcar porque tiene un sabor muy amargo", relataba ayer el ilustre chef islandés Agnar Sverrisson durante el taller que impartió en Amio.
Considerado como uno de los mejores cocineros de su país, el joven se trasladó posteriormente a Londres para integrarse en el equipo del Texture Restaurant. Mientras cuenta que sería un pecado viajar a la tierra del frío sin probar este plato, combina ingredientes en un singular cuadro de colores y texturas que ha denominado helado de Skyr. Lo sirve con granizado de acedera e hinojo laminado. Excitante para el paladar, conjuga la frescura de la naturaleza con el dulce toque de las nueces tostadas y un lácteo seductor. Sverrisson, padre del arte culinario con frío extremo y recursos escasos, consigue lo imposible: volcar el sabor de Islandia en la mesa.
El Fórum Gastronómico también vendía ayer billetes de sensaciones rumbo al Cantábrico, Portugal o Francia. El pasaje más goloso tenía como destino Italia y el piloto no era otro que el maestro de la repostería Ernst Knam. "Hay que viajar mucho para entender la materia prima", narraba el chef en una sesión paralela a la de Sverrisson. Para triunfar entre fogones no basta con dominar una receta, "hace falta pasión. Un plato sin corazón nunca será bueno", apostilla. Pastelero de alta costura, modisto de los dulces y campeón del Italian Chocolate Master, figura entre los grandes confiteros de la vanguardia europea. Desvela el secreto de su tarta de calabaza al chocolate y sal maldón, su tarta de naranja y el panettone con relleno tropical. Según explica, quiere introducir el "oro negro" (el chocolate) en la carta tradicional de platos salados. En la misma línea que otros artistas del cucharón que participan en el Fórum, la de Ernst Knam es una apuesta por el contraste de sabores y la tolerancia del paladar.
Info: E.Otero - El Correo Gallego
Foto: Agnar Sverrisson
El Fórum nos lleva a Islandia, el país más feliz del mundo hasta que hace poco la crisis le arrebataba el título. El arte sigue adelante impertérrito con el ansia de recobrar tiempos de bonanza y aparcar frustraciones. Consuelan los cantos de la sirena del frío -Björk-, la armonía minimalista de Sigur Ros y las recetas que durante siglos han alimentado la buena vida con mayúsculas. A fin de cuentas uno es lo que come. Y ellos saben comer como nadie. De desayuno toman algo exquisito, bajo en grasa y muy sano: el Skyr. "Mi madre decía que antiguamente solía acompañarse con yema de huevo o azúcar porque tiene un sabor muy amargo", relataba ayer el ilustre chef islandés Agnar Sverrisson durante el taller que impartió en Amio.
Considerado como uno de los mejores cocineros de su país, el joven se trasladó posteriormente a Londres para integrarse en el equipo del Texture Restaurant. Mientras cuenta que sería un pecado viajar a la tierra del frío sin probar este plato, combina ingredientes en un singular cuadro de colores y texturas que ha denominado helado de Skyr. Lo sirve con granizado de acedera e hinojo laminado. Excitante para el paladar, conjuga la frescura de la naturaleza con el dulce toque de las nueces tostadas y un lácteo seductor. Sverrisson, padre del arte culinario con frío extremo y recursos escasos, consigue lo imposible: volcar el sabor de Islandia en la mesa.
El Fórum Gastronómico también vendía ayer billetes de sensaciones rumbo al Cantábrico, Portugal o Francia. El pasaje más goloso tenía como destino Italia y el piloto no era otro que el maestro de la repostería Ernst Knam. "Hay que viajar mucho para entender la materia prima", narraba el chef en una sesión paralela a la de Sverrisson. Para triunfar entre fogones no basta con dominar una receta, "hace falta pasión. Un plato sin corazón nunca será bueno", apostilla. Pastelero de alta costura, modisto de los dulces y campeón del Italian Chocolate Master, figura entre los grandes confiteros de la vanguardia europea. Desvela el secreto de su tarta de calabaza al chocolate y sal maldón, su tarta de naranja y el panettone con relleno tropical. Según explica, quiere introducir el "oro negro" (el chocolate) en la carta tradicional de platos salados. En la misma línea que otros artistas del cucharón que participan en el Fórum, la de Ernst Knam es una apuesta por el contraste de sabores y la tolerancia del paladar.
Info: E.Otero - El Correo Gallego
Foto: Agnar Sverrisson
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