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Svandís Svavarsdóttir, Ministra de Medio Ambiente de Islandia hoy en Copenhague


Además de su apoyo a las energías renovables y al uso del transporte público para reducir las emisiones de CO2, Svavarsdóttir confía en la capacidad de las mujeres para luchar contra el cambio climático. Su decisión es tan firme que el pasado 15 de diciembre logró que se aprobara la inclusión de la equidad de género en el futuro acuerdo de Copenhague para que la toma de decisiones no quede sólo en manos de hombres.
Como muchos otros países, Islandia se enfrenta a consecuencias del cambio climático ya evidentes en sus paisajes. La acidificación del océano merma la vida marina y las costas de esta isla, y “afectará a la economía y a la sociedad porque Islandia depende de la pesca”, recalca Svavarsdóttir fuera del plenario de la Cumbre del Clima, que vive hoy momentos muy tensos con la intervención de los altos cargos.



A la acidificaciónd de los mares, se añade el problema de los glaciares islandeses que están derritiéndose: “Como las temperaturas han ido creciendo en las últimas décadas y crecerán más rápido todavía, nuestros glaciares desaparecerán en los próximos 100 años”, ha subrayado la ministra islandesa. Es un cambio visible no sólo para la naturaleza sino también para “el sustento ecológico”. Por ello, apuesta por las energías renovables que aportan ya el 80% de toda la energía que consume este país.
La posición del país nórdico no da lugar a dudas. Aunque no forme parte de la Unión Europea, Svavarsdóttir espera que la cumbre culmine en un acuerdo. Pero exista o no ese compromiso, su deseo es que el país se convierta en “una nación que mira el problema, se enfrenta al él, e intenta cambiar el mundo”.
Una forma de conseguirlo es dar a mujeres y hombres el mismo poder político. Hasta ahora se ha comprobado en todo el mundo que “las mujeres no tienen tanto poder como los hombres”, manifiesta la ministra que interviene esta noche en el pleno de la cumbre como ya lo han hecho hoy los presidentes Zapatero, y Sarkozy.
En la lucha contra el calentamiento global, las mujeres deben ser parte de la solución. “Como el cambio climático parece ser una de las cuestiones más importantes de nuestra generación, necesitamos un cambio, y necesitamos a las mujeres”, comenta Svavarsdóttir.
Citando a su colega africana Sherry Ayittey, Ministra de Medio Ambiente, Ciencia y Tecnología de Ghana, “si no hubiera habido tantos hombres en la cumbre ya hubiéramos encontrado una solución”, certifica la representante de Islandia en la cumbre.
Las mujeres, sujetos políticos del cambio climático
“Ningún problema puede resolverse, y ninguna cuestión puede responderse sin el enfoque del género”, expone Svavarsdóttir quien define a las mujeres como “grandes agentes de cambio en el mundo”.
Por ello, a iniciativa de la delegación islandesa en Copenhague con el apoyo de países nórdicos y africanos, como Ghana y Gambia, se ha pedido que el texto del acuerdo del clima, en fase de debate todavía, incluya la cuestión de la equidad de género en la toma de decisiones. Y así lo han aprobado los países presentes en Dinamarca.
“Cruzo los dedos por que logremos un acuerdo; eso significará que esta declaración de equidad de género en la toma de decisiones formará parte de él”, señala orgullosa la ministra que se mantiene optimista ante los acontecimientos que se avecinan mañana.
Sin embargo, esta decisión no resuelve del todo el drama de las mujeres en los países empobrecidos. “Las mujeres son y serán las más afectadas por el cambio climático, porque afecta primero y sobre todo a las personas más pobres del mundo, y las mujeres son más pobres que los hombres”, argumenta Svavarsdóttir.
El cambio climático afecta al entorno cotidiano de las mujeres de estos países que se encargan de múltiples tareas del hogar. Pero también a las mujeres de los países industrializados. Por esta razón, la ministra islandesa aclara que las mujeres “tienen un poder de decisión muy fuerte en la cuestión climática y cómo se emiten gases de efecto invernadero desde los hogares”. Aquí entra en juego la educación con perspectiva de género y no sexista.
Pase lo que pase mañana, el proceso para llegar a un acuerdo climático habrá tenido una voz principalmente masculina. Pero gracias a los esfuerzos y compromisos de mujeres como Svandís Svavarsdóttir, podremos ser testigos también de otro cambio: el de la igualdad entre las personas.


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