La temporada de caza de ballenas se inauguró este martes en Islandia, provocando una ola de protestas de asociaciones ecológicas que se quejan del fuerte aumento de las cuotas este año.
"Esperamos capturar la primera ballena de Minke hoy", declaró a la AFP Gudmundur Haraldsson, uno de los pescadores a bordo del ballenero "Johanna AR", que abandonó el puerto de Reykjavik hacia las 12H00 GMT el martes.
La cuota ballenera en aguas islandesas fueron fijadas en 150 ejemplares de rorcual común y otros tantos de ballena de Minke por año durante el próximo lustro, por 40 ballenas de Minke y 9 rorcuales el año pasado, a pesar de las protestas internacionales.
Siete países (Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Finlandia, Holanda y Suecia) conminaron a Islandia a reconsiderar esta medida, en vano.
La organización Greenpeace pidió al Gobierno islandés que "se despierte" y que revierta su decisión.
Islandia abandonó en 2006 el acuerdo de moratoria que prohibía la caza comercial de las ballenas, adoptada en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La isla ártica, inmersa en una grave crisis económica originada en su sector financiero, es el único país, junto a Noruega, en practicar la caza comercial de la ballena.
Japón la practica oficialmente con fines científicos, aunque se comercializa la carne de los ejemplares cazados.
Info: EcoDiario - Global
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