Sirkus es uno los tantos bares que hay en Reykjavík , pero este en concreto tiene algo especial. Sale en todas las guías de viajes. Quien pasa por esta ciudad tiene que pasar por este bar. Ha cogido mucha fama, quizás por la cantante islandesa mas famosa Björk que es una cliente habitual. Es un lugar curioso, una casita de colores y luces en la entrada. Muy llamativo, muy pequeño eso si, por eso siempre esta lleno, no cabe mucha gente la verdad.. Las pocas veces que he ido me lo he pasado bien y la gente es muy amigable. Se baila mucho, se bebe mucho, se hacen conciertos, se forman colas para entrar.. a la gente le da igual estar apretada, todo sea por estar al menos una vez en el famoso Sirkus. Pero la noticia no es esta,.. el problema esta en que Sirkus lo van a cerrar, después de tanto tiempo, tantas fiestas, conciertos y demás todo va a quedar en el pasado. Ahí donde esta la casita colorida se va a transformar en edificios nuevos comerciales o viviendas (o eso dicen). Mucha gente...
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