Los primos de tercera y cuarta generación que se casan entre sí tienen un sorprendente éxito reproductor, superior al de las parejas habituales, y la explicación más verosímil es que detrás haya una base biológica, no un motivo cultural o económico. Esto es al menos lo que sugiere un estudio de la empresa DeCode, que desde hace años se dedica a analizar las raíces genéticas de los islandeses, posiblemente el país más homogéneo del mundo. Los detalles de la investigación, coordinada por Agnar Helgason, se publican esta semana en la revista especializada Science.
Frente a la endogamia más próxima, cuyas desventajas son de sobras conocidas, como el surgimiento de peligrosas mutaciones, mantener un cierto grado de parentesco debe de tener alguna ventaja genética todavía no descifrada, considera Helgason, que también es profesor de la Universidad de Reikiavik. Un posible ejemplo es que algunos problemas de incompatibilidad inmunológica, como la transmisión del factor Rh entre madres e hijos, se reducen el el caso de los progenitores ligeramente emparentados.
DESDE 1800
Los investigadores analizaron todos los matrimonios registrados en el país entre 1800 y 1965 y compararon el número de hijos y nietos en intervalos de 25 años. En el caso de las mujeres nacidas entre 1800 y 1824, por ejemplo, las que se casaron con un primo tercero tuvieron de media 4,04 hijos y 9,17 nietos, mientras que las que contrajeron matrimonio con primos octavos o más tuvieron 3,34 niños 7,31 nietos. Para las mujeres nacidas en 1925-1949 y relacionadas como primos terceros, el número de hijos y nietos fue de 3,27 y 6,64, respectivamente, frente a los 2,45 y 4,86 de aquellas mujeres casadas con varones más alejados (primos octavos o más). Las diferencias continúan hasta las generaciones más próximas pese a los movimientos de población debidos a la urbanización del país.
Estudios previos ya habían intuido el elevado número de hijos de los matrimonios islandeses formados por primos lejanos, pero siempre se había considerado que ello era debido a motivos prácticos, como perpetuar la propiedad de las tierras, o a que los parientes tienden a casarse antes y, lógicamente, tienen un mayor periodo reproductor en común.
Ser primo lejano es lo más normal en Islandia si se tiene en cuenta que el 99% de sus habitantes --actualmente 312.000-- descienden de los colonizadores vikingos y escoceses que poblaron la isla a partir del siglo X, mientras que el 1% restante corresponde a la escasísima inmigración de las últimas décadas. Por este motivo, Islandia es una mina para los estudios genéticos. DeCode, empresa con capital estadounidense, compró en 1998 los derechos para crear una base de datos con los historiales médicos de todo el país. El controvertido proyecto empieza ahora a dar resultados.
Info: El Periódico
Frente a la endogamia más próxima, cuyas desventajas son de sobras conocidas, como el surgimiento de peligrosas mutaciones, mantener un cierto grado de parentesco debe de tener alguna ventaja genética todavía no descifrada, considera Helgason, que también es profesor de la Universidad de Reikiavik. Un posible ejemplo es que algunos problemas de incompatibilidad inmunológica, como la transmisión del factor Rh entre madres e hijos, se reducen el el caso de los progenitores ligeramente emparentados.
DESDE 1800
Los investigadores analizaron todos los matrimonios registrados en el país entre 1800 y 1965 y compararon el número de hijos y nietos en intervalos de 25 años. En el caso de las mujeres nacidas entre 1800 y 1824, por ejemplo, las que se casaron con un primo tercero tuvieron de media 4,04 hijos y 9,17 nietos, mientras que las que contrajeron matrimonio con primos octavos o más tuvieron 3,34 niños 7,31 nietos. Para las mujeres nacidas en 1925-1949 y relacionadas como primos terceros, el número de hijos y nietos fue de 3,27 y 6,64, respectivamente, frente a los 2,45 y 4,86 de aquellas mujeres casadas con varones más alejados (primos octavos o más). Las diferencias continúan hasta las generaciones más próximas pese a los movimientos de población debidos a la urbanización del país.
Estudios previos ya habían intuido el elevado número de hijos de los matrimonios islandeses formados por primos lejanos, pero siempre se había considerado que ello era debido a motivos prácticos, como perpetuar la propiedad de las tierras, o a que los parientes tienden a casarse antes y, lógicamente, tienen un mayor periodo reproductor en común.
Ser primo lejano es lo más normal en Islandia si se tiene en cuenta que el 99% de sus habitantes --actualmente 312.000-- descienden de los colonizadores vikingos y escoceses que poblaron la isla a partir del siglo X, mientras que el 1% restante corresponde a la escasísima inmigración de las últimas décadas. Por este motivo, Islandia es una mina para los estudios genéticos. DeCode, empresa con capital estadounidense, compró en 1998 los derechos para crear una base de datos con los historiales médicos de todo el país. El controvertido proyecto empieza ahora a dar resultados.
Info: El Periódico
Creo recordar que el acuerdo que el Gobierno islandés alcanzó con la empresa norteamericana con sede en Reykjavík)"Decode Genetics" sentó no muy bien a los islandeses, quienes vieron con cierto recelo el que una empresa tuviera acceso a sus historiales médicos con fines comerciales.
ResponderEliminar¿Se comenta algo de ésto por ahí arriba?
Gracias, Uri.